Cuadrados de tarta de calabaza

La versión original de esta receta, cortesía de un compañero de trabajo, es para hacer una deliciosa tarta de calabaza. Pero hace falta un molde un poco más pequeño que el que tenía a mano y me pareció que iba a quedar demasiado finita, así que la convertí en unos cuadrados de tarta de calabaza añadiendo una base de galletas digestive como las de las tartas de queso. El resultado es espectacular, aunque os invito a probarla sin base también porque de cualquiera de las dos maneras está buenísima, súper cremosa y llena de sabor.

Ingredientes

• 300 gr de calabaza
• 3 Huevos
• 50 gr de coco rayado
• 100 gr de mantequilla
• 100 gr de harina
• 150 gr de azúcar
• 1 sobre de levadura
• 1 pizca de sal
• Ralladura de un limón
• 1 ½ taza de galletas digestive trituradas
• ½ taza de mantequilla fundida

Procedimiento

Precalentamos el horno a 180 ºC y cubrimos una bandeja de horno de tamaño mediano con papel encerado.
Cocemos la calabaza unos 15 minutos o hasta que esté suave, se escurre bien y se tritura con la mantequilla.
Si decidimos usar la base de galletas, entonces mezclamos las galletas con la mantequilla fundida y extendemos sobre la bandeja de horno esparciéndolo bien con la ayuda de una cuchara.

El resto es coser y cantar; unimos harina, levadura, coco y azúcar, incorporamos el resto de ingredientes, y mezclamos todo con la batidora.

Vertemos la masa en la bandeja de horno, extendemos sobre la base de galleta (si la usamos) y horneamos durante 30 minutos aproximadamente (dependerá del grosor de la tarta).

Sacamos del horno y la dejamos refrescar un poco antes de cortar los cuadrados.

¡Que aproveche!

Pudding de frambuesas y sirope de arce

Una de las cosas que me traje de mi viaje a Georgia, además de grandes recuerdos, fue una bolsa de grits. Los grits son granos de maíz molidos, en este caso con molino de piedra, de origen nativo americano y que son una comida muy popular en el sur de los Estados Unidos, tanto en su preparación dulce como salada, principalmente como desayuno.

Otro de mis hallazgos fue un número especial de la revista Epicurious con las “mejores recetas de América” y en ella encontré la receta perfecta para usar los grits. Se supone que es un clásico Yankee (del norte), pero decidí darle un toque sureño usando los grits que compré en Nora Mill Granary, un hermoso molino establecido en 1876, en la ribera del río Chattahoochee en las estribaciones de las montañas del norte de Georgia.
Ingredientes

• 2 tazas de frambuesas frescas o congeladas
• 1 taza de jarabe de arce puro
• 2/3 taza de nata
• ¾ cucharadita de piel de naranja finamente rallada
• Una pizca, más ½ cucharadita de sal
• 2/3 taza de harina
• 1/3 taza de grits
• 1 ½ cucharadita de polvo de hornear
• 1 huevo grande
• 3 cucharadas de azúcar
• ½ taza de leche entera
• ½ taza (1 barra) de mantequilla sin sal, derretida
• 1 cucharadita de vainilla

Procedimiento

Precalentamos el horno a 400 ºF (200 ºC)

Combinamos los primeros 4 ingredientes y una pizca de sal en una cacerola mediana. Llevamos a ebullición, revolviendo de vez en cuando.

Reducimos el fuego y cocinamos a fuego lento 1 minuto. Retirar del fuego.

Batimos la harina, grits, polvo de hornear y la ½ cucharadita de sal en un bol mediano.

Batimos el huevo y el azúcar en otro bol.

Añadimos la leche, la mantequilla derretida y la vainilla a la mezcla de huevo y azúcar.

Agregamos la mezcla de harina a la mezcla de huevo y batimos.

Colocamos la mezcla de frambuesa caliente en un molde rectangular de vidrio o cerámica y le echamos por encima la otra preparación.

Horneamos hasta que la tarta esté dorada y la salsa de frambuesa borbotee por los bordes, unos 25-30 minutos.

Lo dejamos reposar 15 minutos y servimos caliente.

Como acompañamiento, os sugiero nata montada, helado de vainilla o creme fraiche.

La receta original utilizaba harina de maíz y arándanos, así que siempre podéis sustituir estos ingredientes por otros similares que tengáis más a mano.

¡Qué aproveche!

Receta de Bon appétit, enero de 2008 – Epicurious Spring/ Summer 2014.