miércoles, 18 de abril de 2012

Cupcakes colibrí o Hummingbird cupcakes

El otro día mientras buscaba en Google la pastelería Neoyorkina “The Hummingbird Bakery”, tropecé por casualidad con la receta para preparar los ricos pasteles que os traigo hoy.



Hummingbird cake o Pastel colibrí (o picaflor). El origen del nombre sigue siendo un misterio, aunque hay varias teorías. Una de ellas es que procede de Jamaica porque el colibrí, también conocido como Doctor-Bird es el ave nacional Jamaicana. Otra dice que el nombre viene de su dulce sabor, tan dulce que incluso los colibríes (que se alimentan del néctar de las flores) lo comerían.

Sea cual sea su origen el pastel es delicioso, la mezcla de ingredientes es ideal y consigue como resultado un pastel con un toque a nuez de pacana, que resalta en una armonía perfecta el sabor de los otros ingredientes.

Decidí utilizar esta receta para hacer cupcakes en lugar de un gran pastel porque para los niños es mucho más fácil de comer así; pero no pude resistirme y preparé uno de los cupcakes como si fuera una tarta, con sus tres capas y cobertura de crema de queso… ¡delicioso!

Las cantidades que os doy aquí valen para hacer un pastel de tres pisos o bien 24 cupcakes de buen tamaño. En cuanto a las cantidades para el frosting, son las necesarias para cubrir un pastel grande, yo corté las cantidades a la mitad y tuve suficiente frosting para todos los cupcakes y me sobró un poquito.

Una aclaración más. Las pacanas (pecans) son habitualmente un poco caras y en algunas regiones difíciles de encontrar, pero no hay problema, podemos sustituirlas por nueces (walnuts) y en la decoración yo diría que usarais lo que os venga mejor; por ejemplo, yo ya no tenía más pacanas para decorar así que utilicé cacahuete caramelizado molido para echar por encima de los cupcakes.

La receta es de la revista Southern Living magazine, “la biblia de las mejores anfitrionas sureñas”.



Ingredientes

Cupcakes
  • 3 tazas de harina
  • 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
  • 1 cucharadita de sal
  • 2 tazas de azúcar
  • 1 cucharadita de canela en polvo
  • 3 huevos grandes, batidos
  • 1 taza de aceite vegetal
  • 1 ½ cucharaditas de extracto de vainilla
  • 1 lata (de 8 onzas – 225 g) de piña picada, sin escurrir
  • 1 taza de nueces pacanas (pecan)
  • 2 tazas de bananas picadas
Glaseado de queso crema
  • 1 paquete de queso de crema (8 onzas – 225 g)
  • ½ taza de mantequilla o margarina, ablandada
  • 450 g de azúcar en polvo (glas), cernida
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • ½ taza de nueces picadas para rociar


Procedimiento

Cupcakes
Precalentamos el horno a 180ºC (350ºF) y forramos con moldes de papel una bandeja para cupcakes.
Mezclamos los primeros 5 ingredientes en un bol grande, añadimos los huevos y el aceite, revolviendo hasta que los ingredientes secos se humedezcan. (Sin batir.) Agregamos la vainilla, piña, 1 taza de nueces, y los plátanos.
Vertemos la mezcla en los moldes para cupcakes (o en tres moldes redondos engrasados y enharinados). Horneamos a 350 °F (180 ºC) durante 25 a 30 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro el mismo salga limpio. Dejamos enfriar los cupcakes en los moldes sobre una rejilla unos 10 minutos, luego los sacamos de los moldes y los dejamos enfriar completamente.

Glaseado de queso crema
Batimos el queso crema y la mantequilla a velocidad media con una batidora eléctrica hasta que quede suave. Poco a poco agregamos el azúcar en polvo, batiendo a velocidad baja hasta que esté suave y esponjosa. Agregamos la vainilla y batimos nuevamente hasta que quede incorporada.
Por último, extendemos el glaseado de queso encima de cada cupcake con una espátula o con una manga pastelera (o entre las capas, en la parte superior y los lados del pastel), espolvoreamos ½ taza de nueces picadas por encima y listo. Conservar en el frigorífico.
Normalmente no publico las fotos del proceso de creación de mis recetas, pero de ahora en adelante podéis verlas en mi twitter. Así que si queréis ver el “detrás de las cámaras” y las tomas falsas de los posts de bluejellybeans echad un vistazo.

¡Qué aproveche!

martes, 17 de abril de 2012

La India dormida y un arroz con leche panameño



Una leyenda Panameña.

Flor del Aire se llamaba la princesa india, hija de Urracá, el cacique más fiero que peleó contra los conquistadores en las tierras del Istmo de Panamá. Para su desgracia, se enamoró de uno de los guerreros rostro pálido que trataban de conquistar a su gente. Por ese amor imposible despreció el que le brindaba Yaraví, el más bravo de los jóvenes de su tribu. Yaraví, desesperado, se suicidó lanzándose desde lo alto de una montaña ante los ojos desorbitados de Flor del Aire. Ella, por no traicionar a su raza, jamás volvió a ver al español. Caminó por montañas y por valles llorando su desventura, hasta que la sorprendió la muerte sobre las playas que bañan el Mar Caribe, mirando hacia las queridas montañas en donde había nacido. Los montes compadecidos, para perpetuar esa triste historia de amor, copiaron su figura y esa es la que ven los turistas que llegan a El Valle de Antón, La Montaña de la India Dormida.

Extracto. Presbítero José Noto, De Historia de El Valle de Antón

Arroz con Leche


Ahora quiero compartir con vosotros una sencilla receta que podemos encontrar en muchos países.
En Indonesia se llama Ketan Hitam, en Italia Budiño di Riso (mis lectores italianos me corregirán si me equivoco), en el Reino Unido el arroz con leche es un postre tradicional y muy popular. En España también y suele llevar cáscara de limón. Pero, mis queridos amigos, la receta de hoy fue sacada de un libro de cocina panameña, por lo que es 100% Panamá.

En Panamá es habitual que, cuando alguien descubre el primer diente de un bebé, haga un buen arroz con leche y lo reparta entre familiares y amigos. No sé muy bien de dónde viene la costumbre, pero seguro que también tiene su historia.

Ingredientes
1 taza de arroz
3 tazas de agua
4 tazas de leche
1 raja de canela
Azúcar al gusto
¼ cdta. sal
Canela
½ cdta. vainilla
Pasitas (opcional)
Procedimiento
Remojamos el arroz en el agua durante 1 ó 2 horas. Escurrimos y echamos en una olla junto con la leche, el azúcar, la canela y la sal. Cuando empiece a hervir, bajamos el fuego y lo dejamos que se haga despacio hasta que el arroz esté suave y la mezcla cremosa. Hay que revolver de vez en cuando y evitar que se pegue en el fondo de la olla. Tardaremos unos 20 minutos o menos en tenerlo listo. Retiramos la raja de canela, agregamos la vainilla y las pasitas (opcional) y servimos en copas espolvoreando un poco de canela por encima. ¡Indispensable!

¡Qué aproveche!

lunes, 16 de abril de 2012

Galletas de mantequilla

Últimamente paso más tiempo en la cocina, pero no por elección propia, mis hijas secuestran mi ordenador cada tarde y no lo liberan hasta la hora de cenar… Así que no me queda más que leer, bordar y cocinar… ¡Soy como una de esas mujeres del medievo! Bueno, pero hay que ver el lado positivo de las cosas, gracias a la fecunda vida social de mis hijas yo puedo poner en prácticas recetas tan deliciosas como la que os traigo hoy.

Galletas de mantequilla
La receta de hoy la tengo hace muchísimo tiempo, de hecho ya mi madre nos hacía a mis hermanos a mi unas galletas muy similares a estas cuando éramos pequeños. A mi me gustan mucho porque son muy fáciles de hacer y están francamente buenas, además los ingredientes son los típicos que siempre tenemos en casa. Espero que os gusten.

Ingredientes
  • 1 taza de mantequilla a temperatura ambiente
  • 1 taza de azúcar
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 2 tazas de harina, tamizada antes de medir
  • Una pizca de sal
  • 1 cucharadita de polvos de hornear
  • Mitades de almendras peladas (o cualquier otro fruto seco que tengáis a mano, me parece que las pasitas quedarán ricas también)

Procedimiento
Cremamos la mantequilla con el azúcar hasta que estén suaves y cremosas. Añadimos la vainilla. Aparte mezclamos la harina, sal y polvos de hornear y añadimos estos ingredientes secos a la mezcla de mantequilla, mezclando bien hasta que esté todo bien incorporado. Formamos bolitas pequeñas y las colocamos sobre una bandeja de horno cubierta con papel antiadherente sin engrasar; colocamos sobre cada bola una almendra y presionamos un poco. Como veis en las fotos, yo usé pistachos y quedaron riquísimas.
Estas galletas se extenderán un poco al hornear, pero no demasiado, así que no hace falta dejar mucho espacio entre ellas.

Horneamos las galletas a 300 ºF (150 ºC) durante 20 minutos o hasta que empiecen a dorase por los bordes.

¡Qué aproveche!
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