La receta de hoy es muy sabrosa y muy fácil de hacer. Pero lo mejor de todo es que queda preciosa.
Cuando vuestros invitados, amigos y/o familiares vean este hermoso pastel, vais a ser la estrella de la fiesta.
Para mí este pastel evoca una fresca tarde de verano, sentada en el jardín, compartiendo con algunas amigas, charlando y riendo. ¿Demasiado bucólico? Parece que los aires sureños que está respirando mi hija Pilar me están alcanzando… ;)
- 225 g de mantequilla derretida
- 6 huevos
- 330 g de azúcar
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 225 g de harina leudante
- 165 g de almendra molida
- 325 g de azúcar
- 175 ml de agua
- 2 o 3 naranjas medianas cortadas en rodajas finas
Procedimiento
Lo primero es lo primero. Vamos a hacer las naranjas confitadas y el almíbar.
Calentamos el azúcar y el agua en una sartén grande a fuego medio, revolviendo hasta que el azúcar se haya disuelto. Agregamos las naranjas y cocinamos a fuego lento durante 15 minutos, hasta que estén confitadas. Reservamos.
Ahora el bizcocho. Precalentamos el horno a 160 º C (320 º F). Preparamos el molde, untándolo con mantequilla y cubriendo el fondo y los lados con papel de horno.
Colocamos las rodajas de naranja en el fondo y los laterales del molde. Reservamos el sirope.
Vertemos la masa sobre las naranjas (con cuidado de que no se muevan) y horneamos durante 60-75 minutos (dependiendo del horno). Comprobamos después de 60 minutos. Un palillo insertado en el centro saldrá limpio.
Desmoldamos sobre una rejilla y echamos el almíbar por encima, mientras que el pastel esté todavía caliente. Esperamos a que se enfríe completamente antes de servir.
¡Qué aproveche!
Receta adaptada del libro Un goûter a Londres
No hay comentarios:
Publicar un comentario